Aldeas del Alentejo, Portugal (I)

Esta ha sido la primera de una serie de rutas por Portugal con la pretensión de visitar pequeñas villas y aldeas que, normalmente, dejamos fuera de nuestros recorridos por no aparecer en guías ni en relatos de otros viajeros. Para mí eran completamente desconocidos e ignoraba si tienen, o no, "encanto", así que de lo que se trataba era de comprobarlo. Si sigues leyendo y viendo las fotos llegarás a tu propia conclusión. Al final verás un mapa con la localización de cada uno de ellos.


En esta ocasión no hablaré de las carreteras de acceso a las poblaciones, solo decir que todos los accesos fueron por asfalto y que, en general, están en buen estado y aptos para cualquier tipo de moto. Tampoco me detendré en hablar de su patrimonio cultural o histórico, pues se trataba solo de "ver el pueblo" y hacerme una idea general de cómo es.

Barbacena

Pequeña población (freguesía) de unos 600 habitantes con un inconfundible sabor alentejano, con sus colores ocres y azules y sus altas chimeneas, tan altas algunas de ellas que igualan la altura de la vivienda. Un sitio tranquilo, como el resto de villas visitadas; silencioso y limpio. En mi opinión, merece ser incluido en las rutas que pasen por la zona. También tiene su propio castillo en forma de baluarte.

Barbacena
Barbacena

Barbacena

Barbacena


Vaiamonte

Curioso nombre el de esta aldea de población similar a la anterior: "vai ao monte", pues a un monte cercano se iba para acceder al antiguo enclave del pueblo. Al llegar a él, un cartel con su nombre te saluda y te anuncia que estás en un lugar de ambiente puro y vida saludable. Conserva las características de los pueblos cercanos, con sus mismos colores y casas bajas con chimeneas.


Vaiamonte

Vaiamonte


Vaiamonte

Vaiamonte

 En la Plaza hay un par de cafeterías, en una de las cuales, con un encantador ambiente de pueblo, hice el "pequeño almuerzo" y aproveché el cartel del interior para obtener varias instantáneas de la villa.

Vaiamonte




 Cabeço de Vide

Otra pequeña freguesía, aunque algo mayor que las anteriores con unos 1000 habitantes conserva el mismo estilo de las dos anteriores. Antes de llegar es preceptivo parar en su antigua estación de tren y admirar sus bonitos azulejos; poco después, a la entrada de la villa, un bonito cartel con una reproducción de la torre nos da la bienvenida. 


Cabeço de Vide
Cabeço de Vide. Estación.




Cabeço de Vide
Cabeço de Vide

Cabeço de Vide


Alter Pedroso

Uno de los pueblos con mayor encanto de los recorridos en este ruta.  Está a un par de kilómetos de su hermano mayor, la populosa población de Alter do Chao. Situado en lo alto de una loma ofrece bonitas vistas sobre el entorno y dispone, además, de las ruinas de un castillo. Sus calles son empinadas y adoquinadas, que es otra constrante en estos pueblos; el silencio es casi total a la hora en que lo visité, durante el paseo andando que hice lo único  que escuche venía de la radio de una casa, donde se estaba escuchando una misa. Se recorre en pocos minutos y se observa la vida cotidiana del pueblo: tendederos con ropa en algunas puertas, vehículos aparcados con aperos de agricultor, un perro que ladra a mi paso,... Las fachadas y las chimeneas siguen conservando las mismas hechuras y colores que pude ver en los anteriores pueblos. Me pareció un lugar de esos en los que apetecería vivir.


Alter Pedroso

Alter Pedroso


Alter Pedroso

Alter Pedroso


Alter Pedroso

Alter Pedroso


Alter Pedroso

Alter Pedroso


Chança

Las paradas anteriores estaban situadas en el entorno de dos villas grandes: Alter do Chao y Monforte; localidades que por sí merecen visita propia, pero que, en esta ocasión, no son objeto de visita. Ahora el paisaje cambia y se entra en una zona de pequeñas sierras cercanas a la Albufeira de Maranhao donde está el barragem (pantano) del mismo nombre y en cuyo entorno, y a la sombra de un pino, hice mi comida. Las carreteras por las que ahora transito son estrechas y reviradas en algunas partes, pero proporcionan un agradable paseo sin prisas. 

Chança es otra pequeñísima población, casi calcada a las anteriores en su aspecto; tal vez aquí destaca el tamaño de sus chimeneas, verdaderamente grandes. Hay una plaza  que parece que concentra la vida del pueblo y donde se puede ver una cafetería y a su lado vehículos de trabajo en el campo. Los colores ocres en ls fachadas y los adoquines en el suelo siguen estando presentes.

Chança

Chança


Chança

Chança


Chança

Chança

Valongo

 Tras la última visita se gira bruscamente hacia el sur y se sigue la carretera que atraviesa la Albufeira. La primera parada es Valongo (parece ser que hay una ciudad en el norte del país con el mismo nombre), pequeñísima freguesía que, según la Wikipedia, tiene unos 300 habitantes.


Valongo

Valongo


Valongo

Valongo


 Benavila

A la vera del Barragem do Maranhao, su entorno es muy verde. Nada más ver el letrero que anuncia la entrada en la villa, se puede imaginar que el color azúl será predominante en sus calles; y así es. Este pequeña población de unos 1000 habitantes, repite el colorido alentejano presente en las anteriores paradas. No hay edificios altos, todo es planta baja y, de nuevo, el silencio y la tranquilidad son notas que vuelven a predominar.

Benavila

Benavila


Benavila

Benavila


Desde aquí, la siguiente parada tendría que haber sido Aldea Velha, pero un error mio al trazar la ruta en el navegador (era de estreno) me llevó hasta otro lugar.


Cabeçao

Unos mil y pico habitantes. A estas alturas de la ruta parece que siempre se visita el mismo pueblo, pues vuelve a ser similar a los anteriores: colores alentejanos, altas chimeneas, pavimento empedrado... Cerca está el conocido Fluviario de Mora, lugar que merece viaje aparte para pasar la mañana en él.

Cabeçao

Cabeçao


Cabeçao

Cabeçao


Cabeçao

Cabeçao


Cabeçao

Cabeçao

Casa Branca

Localidad agrícola, sin duda. Ya a la entrada de la población esto se nota, al igual que en su entorno. A estas alturas, son ya muchos los pueblos visitados y todavía no he visto en ninguno de ellos la típica urbanización en las afueras, ni edificios altos y aquí tampoco, como tampoco se oye ruido alguno. Las personas con las que me cruzo me miran con curiosidad y me atrevo a decir en mi incipiente portugués: "boa tarde, senhor/a; sou espanhol e estou a fazer um pequeno percurso por aquestas aldeias"  con lo que logro una sonrisa y alguna respuesta que no logro entender; de hecho, en una de las paradas entablé conversación con un señor mayor que estaba sentado cerca en un banco y confieso que apenas lo entendí.

Casa Branca

Casa Branca


Casa Branca

Casa Branca




Sao Bento do Cortiço


 Como dije al principio, la idea de esta ruta era conocer pequeñas poblaciones como esta, que debe tener unos 600 habitantes (estos datos son de Wikiopedia) y averiguar si tienen "encanto" o no. Pues bien, ya estoy comprobando que el encanto que tienen es el de ser como son: pueblos pequeños y tranquilos; no estoy encontrando ni poblaciones medievales ni  fotogénicos castillos ni grandes iglesias, solo pequeñas freguesías donde parece vivirse sin prisas.

Sao Bento do Cortiço

Sao Bento do Cortiço


Sao Bento do Cortiço

  Sao Bento do Cortiço







 Sao Lourenço

De algunos de estos pueblos ni siquiera encuentro información en Wikipedia. Es el caso de Sao Lourenço, donde llama la atención poderosamente el tamaño de alguna de sus chimeneas. 
Sao Lourenço
Sao Lourenço


Sao Lourenço
Sao Lourenço

Sao Lourenço
Sao Lourenço

A continuación pongo un enlace para ver o descargar la ruta

Enlace a la ruta


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Comentarios

  1. Hola, gracias por relatar tus rutas.
    Cuando vuelvas a Sao Bento do Cortiço, di algo y ya podemos seguir los dos...
    Luisbarreiros74@gmail.com

    ResponderEliminar
  2. Hola, gracias por relatar tus rutas.
    Cuando vuelvas a Sao Bento do Cortiço, di algo y ya podemos seguir los dos...
    Luisbarreiros74@gmail.com

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  3. Gracias a tí por lerrlo y comentarlo. Será un placer rodar juntos. Saludos.

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