Los puentes de Cáceres

Esta es una ruta hecha a finales de enero de 2012. Aunque no sale en el mapa, el inicio y el final estuvieron en Badajoz y estaban previstos 400 km exactos, pero como suelo incluir variaciones sobre la marcha, finalmente resultaron 450 km hechos en nueve horas. Salida a las 09:00 y regreso a las 18:00, con una hora de margen de luz solar para imprevistos.




La inicié no estando seguro de poder acabarla porque creo que la dirección de mi moto no ha quedado muy fina después del paso por el concesionario y se trataba de probarla; además, estos días estoy un poco mermado físicamente debido a una cervicalgia y  tampoco estaba seguro si el cuerpo aguantaría. Una vez en casa, no sé cómo está la dirección, porque sabiendo que podría estar mal, todas las sensaciones eran de que algo fallaba; y el dolor de cervicales  casi desapareció. !Va a ser cierto eso de que montar en moto rejuvenece¡


Al salir, el termómetro marcaba 2 grados; realmente hacía frio, pero fué ya en carretera fuera de la ciudad cuando ví al grajo volando bajo, muy bajo, ya lo creo (traducción: cuando el grajo vuela bajo,  hace un frio del carajo) y lo estuve viendo durante un buen rato, hasta la primera parada en Santiago de Alcántara, donde un café con churros hizo desaparecer al grajo, o al menos, hizo que no volara tan bajo.  Realmente, esta no fué la primera parada, sino que antes tuve que hacerlo al notar  demasiado frio en la pierna izquierda como consecuencia de la rotura de la cremallera del pantalón. Este hubiera sido el fin de la ruta de no haber llevado en el baúl la solución en forma de cinta americana. Aconsejo llevarla siempre porque ocupando muy poco espacio puede arreglar una incidencia como ésta, puede sujetar algún plástico, llevar a su sitio alguna pieza rota, etc.



He llamado a esta crónica "ruta de los puentes" porque, sin haber sido esa la finalidad de la salida, me encontré varios en el camino que obligaban a parar para mirarlos. Creo que en fotos aparecen cuatro, pero hubo alguno más que no fotografié o que, como el de Alcántara, lo considero muy conocido y visitado, aunque me extrañó no ver allí ninguna moto (¿tal vez por lo del grajo?)

Como dije, en Santiago de Alcántara repuse fuerzas a base de churros, exquisitos, pero enormes, así  que aconsejo a los estómagos delicados la ingesta de sólo uno, pues de lo contrario sucederá que habrá momentos en que haya que levantarse ligeramente del sillín, y no para hacer conducción trail, precisamente. Santiago de Alcántara se encuentra en la "cola" del Parque del Tajo Internacional y, por ello, comparte el paisaje de todo él con el inicio de los llanos, permitiendo contemplar una bella imagen de la sierra baja con las llanuras típicas de esta parte de Cáceres. En la carretera que lleva a Membrío tuve que detenerme para fotografiar, o al menos intentarlo, a un rebaño de ciervos que pastaban cerca de la carretera. No es fácil porque al detenerte se asustan y se marchan, así que la técnica fue la siguiente: dejarlos ir un poco, aparcar tras unos matorrales y esperar a que pasara algún otro vehículo: confiando en que los ciervos no saben contar, debieron creer que el tipo de la moto  ya no estaba. Hecho esto pude acercarme un poco andando y fotografiarlos, aunque con una cámara compacta poco se puede hacer. Aquí dejo unas instantáneas:



El tramo siguiente me llevaba hasta Alcántara por una carretera que todavía no conocía, la EX-117. En buen estado, con enormes rectas (ya estamos en los llanos) y con el primer puente. En este tramo destaca una zona de curvas que en esta ocasión la hice de subida, el tramo es corto pero entretenido.





Bajo él inicié una pequeña ruta por una pista de tierra, aunque estando sólo y al ser un recorrido fuera de lo previsto, no me atreví a internarme y alejarme demasiado de la carretera.


 
 

 



Lamento que en esta ocasión no haya documentado debidamente la ruta y, por ello, no pueda identificar correctamente los puentes; cosa de la improvisación, aunque están sobre los rios Almonte, Salor y Tajo. Así que dejo las fotos de ellos y cuando traslade esta crónica a mi blog procuraré señalizarlos adecuadamente:




Este sí lo puedo localizar. Esta a la entrada de la localidad de Portezuelo, junto a una charca que dispone junto a ella de una zona habilitada para descanso y donde aproveché para "tirar de fiambrera" y comer. Comida rápida, ciertamente; no por prisas, sino acuciado por el vientecillo frío que hacía.




Quise visitar dos pueblecitos recien descubiertos y de los que no tenía ninguna referencia, y lo hice solamente atraído por sus nombres: Cachorrilla y Pescueza. La siguiente foto creo que ilustra perfectamente su entorno y sus peculiaridades. Es un letrero que está entre las calles Plaza Alta y Plaza Baja de Pescueza, frente al Ayuntamiento. Allí compartí unos momentos de conversación con un vecino y la impresión es que encaja perfectamente en la descripción del letrero.


Como adelanté, parte de la ruta trasncurre por el Parque Tajo Internacional. Esta zona está llena de caminos senderistas muy bien señalizados; estos caminos, en ocasiones, atraviesan las carreteras. Nunca había visto estas curiosas señales advirtiendo del cruce de posibles peatones en mitad de la sierra. Pero además de las señales, también se han dibujado sobre el asfalto esta especie de pasos de peatones. Ignoro qué clase de pintura se ha utilizado, aunque su aspecto es rugoso es algo a tener muy en cuenta si se conduce en mojado. Hay muchas de estas señales:



Con este recorrido considero visto casi todo el Parque. En otras ocasiones recorrí la  parte oeste, junto a la frontera y que es más abrupta y espectacular. Aprovecho para decir que tanto en Santiago, como en Herrera de Alcántara funcionan dos embarcaderos donde poder hacer una bonita ruta fluvial por el Tajo en un moderno barco. (Os dejo apuntada una sugerencia de ruta: llegar a cuaquiera de las dos poblaciones en moto, recorrido de dos horas en barco, comida local  y vuelta).

La ruta también visitó, una vez más, la siempre deseada Plaza Mayor de Garrovillas de Alconétar, que la tuve a mi entera disposición por estar completamente vacía.  Elegí este trayecto porque enlaza las "curvas del Tajo" con las curvas que llevan hasta Garrovillas, nueve kilómetros más  de conducción concentrada.

Desde allí, viajé a Brozas pasando por Mata de Alcántara y Villa (sin r) del Rey para enlazar con el tramo casi final entre Herreruela y Alburquerque con sus espectaculares llanos y rectas sin fin. Este fué un tramo que hice despacio, lentamente, con la visera subida, sintiendo el frio en la cara, mirando una y otra vez hacia un lado y otro, perdiéndose la vista en la lejanía. En fin, es uno de los trayectos que considero mágicos, y que siempre que puedo lo incluyo porque es un final de ruta perfecto.



Finalmente, dejo una imagen que es una pequeña licencia fotográfica que me he permitido y que en mi galeria la llamo "moais", siendo realmente una modificación de una toma de uno de los puentes.



Nada más que decir. Agradecer la paciencia, con solicitud de benevolencia crítica, a quien haya leído hasta aquí y, especialmente, a quien me ha manifestado personalmente su agrado por mis crónicas.

Saludos.

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