Evora y Evoramonte. De menhires y castillos

Ruta breve en recorrido pero amplia en puntos de interés.  Hoy, el objetivo era visitar un monumento megalítico y un castillo. El primero está cerca de la localidad de Evora y el segundo está en la de Evoramonte, apenas a unos 40-50 km. del anterior y ambos en Portugal.

Aunque, como he dicho, la ruta es breve; sin embargo recorre dos ciudades catalogadas como Patrimonio de la Humanidad: Elvas y Evora, destinos, que por sí solos merecen visita aparte y exclusiva, pero por su cercanía y por haber sido ya visitados en ocasiones anteriores esta vez quedaron a un lado.



Para situar ambas poblaciones, imagínese una línea recta que uniera Badajoz y Lisboa; pues bien, aproximadamente, Evoramonte está a unos 60 km de Badajoz y  Evora a unos 100. La forma más lógica y rápida de llegar sería a través de la autopista de Lisboa; la más económica sería a través de la N-4 portuguesa (recomendable) y la más bonita, para mí, sería dejar Elvas en dirección sur por la N-373 hasta Redondo y desde allí continuar por la N-254 hasta Evora. Ésta ha sido hoy mi elección.




Ambas carreteras, la N-373 y la N-254, son buenas carreteras, con categoría de "nacionales". El asfalto es bueno, pero carecen de arcén en su mayor parte, si bien esto no es ningún inconveniente porque ambas parecen haber sido diseñadas con tiralíneas, disponiendo de unas larguísimas rectas por un terreno prácticamente llano. Quien busque una conducción "más divertida" (curvas) debería optar por viajar a través de la N-4, carretera sensiblemente mejor equipada que las anteriores.

Carretera N-254 cerca de Évora

Pero, para mí, ha sido la mejor elección el trayecto citado porque me ha hecho transitar por amplias dehesas muy semejantes a las extremeñas, a través de extensos cultivos de cereales que en esta época del año visten el paisaje con un bonito manto verde, y que, en ocasiones, se tiñen del típico color azul o albero de las construcciones portuguesas.


Conforme nos acercamos a Evora, la dehesa va dejando paso a plantaciones de eucaliptos y aquí y allá se adivinan las explotaciones de mármol, pues pasamos cerca de Borba, centro muy principal de esta afamado producto.

En el camino también dejamos muy próxima la ciudad de Vila Viçosa, sin duda otro lugar de interés para visitar y toda la ruta está rotulada como "Ruta dos Sabores", donde se tienta al visitante para degustar los vinos y platos alentejanos.

Pues bien, dejado atrás Evora, a 8 km hacia el oeste por la N-114 encontraremos los carteles que nos desvían al "cromeleque" (en portugués) o al crómlech (en español) de Almendras, al que se llega por una pista sin asfaltar que parte de la Freguesía de Guadalupe. Es un tramo de 5 km. por una pista de tierra dura y compacta, ancha, aunque con algunos baches que hacen que los automóviles tengan que ir despacio, que las motos no trail tengan que ir con cuidado y que ignoran por completo las motos trail.
Aspecto de la pista que lleva al conjunto megalítico



El conjunto megalítico está en un pequeño alto rodeado de alcornoques y se accede a él andando, después de aparcar a unos cien metros del lugar. La valoración del conjunto queda a criterio de cada uno; para mí, encontrarme en un lugar que fue levantado hace unos 7.000 años, adivinar o investigar el por qué y su significado tiene mucho valor; por eso elegí ese destino para hoy.










El regreso hacia Badajoz lo hice regresando a Evora y, desde allí, tomar la carretera IP-18 (IP es Itinerario Principal en la terminología portuguesa) que me llevaría a Evoramonte y su castillo para después enlazar con la N-4 hasta Elvas, dejando a mi izquierda el no menos impresionante Castillo de Estremoz, ciudad que, además, merecería ser visitada tanto por su cerámica como por su casco histórico.

El Castelo de Evoramonte es de construcción singular; está en una elevación del terreno que proporciona unas espléndidas vistas del entorno y dentro de su muralla subsiste la antigua ciudad con su arquitectura típica portuguesa. Se puede circular con vehículo dentro de las murallas, pero su adoquinado y algunas pendientes pueden dificultar el tránsito, sobre todo si se visita en un día en que el suelo esté mojado. Pero, si se visita sin prisas, que sería lo aconsejable, proporciona un bonito y breve paseo andando tras dejar la moto una vez rebasada la entrada a las murallas, donde hay espacio suficiente para ello.

Subida al Castelo de Evoramonte


Castillo de Evoramonte, Portugal








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Comentarios

  1. Me ha encantado el artículo, bien documentado y muy completo. Haces un trabajo estupendo en tu blog, compañero.
    Vicente de Alicante.

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    1. Gracias Vicente. Si te gusta, compártelo con tus amigos. Saludos.

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  2. Fantástico la narración y espectacular la ruta

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    1. Gracias Paulo. La narración refleja mi manera de hacer las rutas. Saludos.

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